Durante el 24 y 25 de octubre del 2019 se llevó a cabo el “Taller de Movilidad Humana y DDHH: México, Honduras, El Salvador y Guatemala” impartido en la Universidad Rafael Landívar del país guatemalteco donde académicos, instituciones de la sociedad civil, asociaciones religiosas y demás, se reunieron para buscar soluciones integrales y amplias alianzas ante la emergencia migratoria México-Centroamericana.
Los participantes coincidieron que es necesario defender a los connacionales en su tránsito hacia los Estados Unidos y aprovechar a la gran comunidad que vive en ese país para impulsar políticas migratorias favorables. Paralelamente se deben promover liderazgos en México, Centroamérica y América Latina que sean voz razonable cuando se quiera atentar contra la vida del migrante.
En este sentido se espera de la Iglesia católica una labor titánica, pues se necesita siempre de ella una mayor acción, ser un mayor contrapeso y además servir como puente entre organizaciones de todo tipo. La crisis migratoria de los últimos años expuso una falta de integración, coordinación, vinculación entre los gobiernos, organismos civiles, conferencias episcopales y demás cultos religiosos.
Para los asistentes la unión entre sociedad civil y la Iglesia es una necesidad urgente, ya que se percibe un retroceso democrático en Latinoamérica y el Caribe en donde los partidos políticos ya no son vistos como confiables, lo que propicia el surgimiento de movimientos políticos con tintes de autoritarismo.
Estados Unidos era un aliado en este tema, impulsando la democracia y la defensa de los DDHH en el continente americano, sin embargo, plantearon que después del 2001 con el atentado a las Torres Gemelas cambió esta agenda respecto a CA y AL.
“¿Qué tan realizable será para México, adecuarse a la política antiinmigrante de Trump; y al mismo tiempo apoyar o participar en el desarrollo de los pueblos de América Central?” Se discutió en la sesión y se sigue dejando esta pregunta abierta.
El modelo en AL, de desigualdad y privilegios, está agotado. Es necesario rediseñar el Estado, no cooptado por grupos de poder; más una ciudadanía preocupada, activa, comprometida, organizada, responsable, que presione al gobierno, para que haga su trabajo, para que haga bien lo que tiene qué hacer.
¡Lo más importante, estratégico es la integración a nivel regional!
+Alfonso G. Miranda Guardiola
Asistente al taller
Secretario General de la CEM
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