PGP 2031-2033

PROYECTO GLOBAL DE PASTORAL

...Jesús, el Nazareno, fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios... lo mataron clavándole en la cruz... Pero Dios lo resucitó... todos nosotros somos testigos de ello... exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y lo ha derramado (Hch 2,22-24.32-33).

Los Obispos y el pueblo de México, celebraremos en el año 2033, los hechos de la Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Esta es la alegría del Evangelio que deseamos experimentar y comunicar, para que todos tengamos vida para siempre. La fe como memoria, iluminada por el Espíritu, pone al creyente en movimiento, en éxodo y en tensión hacia la búsqueda de la plenitud (cfr. Ex 12,26-28). Dos milenios de la Muerte y la Resurrección del Redentor, de su Ascensión y del envío del Espíritu Santo en Pentecostés, no son ocasión para una simple fiesta de aniversario, sino el motivo para una gran celebración en la que, no hacemos sólo un recuerdo de la Redención, sino de lo que somos, vivimos y experimentamos más plenamente y de modo actual, pues la plenitud del tiempo tiene su cifra en Él, que por nosotros se hizo hombre, murió y resucitó para nuestra salvación. La tercera década del tercer milenio de la Redención, tiene además, providencialmente, un peculiar significado para nuestra nación mexicana, pues apenas pocos años después de la llegada del Evangelio a estas tierras, en el año de 1531, Santa María de Guadalupe hizo resonar en sus palabras, la bondad y novedad del anuncio cristiano. Creemos que la Iglesia en México necesita sentarse a los pies de la Virgen Madre para alentar la esperanza de ser un solo pueblo. Ella nos invita a contemplar, creer, vivir y anunciar el misterio de la Redención realizado por Jesús.

OPCIONES PASTORALES

Las opciones pastorales representan el sueño de Iglesia y País que deseamos ser y tener. Son generadoras de esperanza, concentran los valores que orientan la existencia y por los cuales lucharemos. Son el soporte que da sentido a la historia de las personas y de las comunidades comprometidas con Jesucristo Redentor y con Santa María de Guadalupe.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA QUE ANUNCIA Y CONSTRUYE LA DIGNIDAD HUMANA.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA COMPROMETIDA CON LA PAZ Y LAS CAUSAS SOCIALES.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA PUEBLO.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA MISIONERA Y EVANGELIZADORA.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA COMPROMETIDA CON LA PAZ Y LAS CAUSAS SOCIALES.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA QUE COMPARTE CON LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES, LA TAREA DE HACER UN PAÍS LLENO DE ESPERANZA, ALEGRÍA Y VIDA PLENA.

COMPROMISOS PASTORALES

Los compromisos pastorales son la respuesta que como Iglesia en México estamos llamados a aportar desde lo que nos es propio, de manera humilde, respetuosa, dialogante, incluyente, a la vez que valiente y profética, a la construcción de la sociedad de la mano de Jesucristo Redentor y de Santa María de Guadalupe.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA QUE ANUNCIA Y CONSTRUYE LA DIGNIDAD HUMANA.

Ante los innumerables embates de esta nueva época por mutilar, distorsionar, cambiar y ensombrecer la imagen del ser humano, la Iglesia está llamada a proclamar que toda persona, independientemente de su condición social, económica, política o religiosa, tiene un valor en sí misma y que por su naturaleza es libre y trascendente, con la capacidad para relacionarse con los demás y con la naturaleza. Señalamos claramente que sólo Dios es dueño de la vida, desde su concepción hasta la muerte natural.

COMPROMISOS PASTORALES:

  • Destacar en los espacios eclesiales de evangelización y catequesis una formación antropológica cristiana de manera integral y sistemática, presentando con claridad la persona de Jesucristo como modelo de hombre desde una perspectiva kerigmática.
  • Generar espacios de encuentro, diálogo y trabajo con otros actores de la sociedad, para colaborar en la reconstrucción de la dignidad de las personas y el tejido social de nuestro país.
  • Vivir los valores del Reino y fortalecer el protagonismo del laico, sujeto de la evangelización, así como su sentido de pertenencia y participación en la comunidad cristiana.
  • Atender especialmente a las necesidades materiales y espirituales de la familia, base fundamental de la sociedad y de la Iglesia, para que cumpla su misión de educar en los valores humanos y cristianos.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA COMPROMETIDA CON LA PAZ Y LAS CAUSAS SOCIALES.

El corazón del Reino de Dios es el “shalom”, la paz. Para nosotros los creyentes la paz es una Persona, es el Don del amor de Dios por excelencia, es Jesucristo mismo (cfr. Ef 2,14), que en su misterio de Redención ha venido a restaurar la imagen de hijos de Dios en Él y a reconciliar consigo todos los pueblos. Todo el Pueblo de Dios en su conjunto, está llamado por su bautismo, a trabajar por la reconstrucción de la paz.

COMPROMISOS PASTORALES:

  • Incorporar la Doctrina Social de la Iglesia como un eje transversal en la formación de los agentes de pastoral, en las catequesis ordinarias y pre-sacramentales de todos los fieles
    cristianos.
  • Impulsar y reconstruir el sentido comunitario de nuestras comunidades, para que toda persona se involucre y participe en las causas sociales de la sociedad.
  • Dialogar y colaborar con la sociedad civil y con los organismos nacionales e internacionales para construir la paz.
  • Apoyar y acompañar las causas indígenas en el cuidado y protección de sus riquezas naturales, de su territorio y su cultura.
  • Apoyar la fundación de centros de Derechos Humanos en las comunidades cristianas, de manera que se fortalezca el Estado de derecho en nuestro país.
  • Recibir con caridad, acompañar, defender los derechos e integrar a los hermanos y hermanas migrantes que transiten o deseen permanecer con nosotros.
  • Fomentar el sentido de responsabilidad civil de los ciudadanos.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA PUEBLO.

La Iglesia es reflejo e imagen de la Trinidad, es un Pueblo reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (cfr. CIC 781). Sentirnos como Iglesia Pueblo, es experimentar la alegría y la grandeza de nuestro bautismo que nos hace hijos en el Hijo y hermanos en esta familia de Dios, independientemente del servicio que prestemos. Actitudes de individualismo, celos pastorales, pretensiones principescas, arrogancia, soberbia, y comportamientos que contradicen una vida de comunión y participación, ya no tienen lugar en la vida de la Iglesia Pueblo. Por lo que es urgente fortalecer los espacios de colaboración de los laicos, así como la articulación de las estructuras intermedias de comunión en la Iglesia: Provincias Eclesiásticas, Comisiones y Dimensiones de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

COMPROMISOS PASTORALES:

  • Reconocer, valorar y acompañar la religiosidad popular como un espacio donde se encuentra la fe de la Iglesia Pueblo.
  • Implementar las estructuras necesarias a través de los diversos consejos de pastoral y asuntos económicos en las parroquias, para favorecer la colaboración de los laicos y hacer operativos los principios de comunión y participación.
  • Abrir más espacios para una Iglesia Pueblo, una Iglesia incluyente donde se acoja con misericordia a: esposos vueltos a casar, homosexuales, madres solteras, ancianos, indigentes y migrantes, entre otros.
  • Asumir y tomar conciencia, como obispos y presbíteros, de nuestra pertenencia a una Iglesia Pueblo, manifestándolo en nuestras actitudes y formando en esta disposición espiritual, a los candidatos al presbiterado.
  • Promover el liderazgo femenino y una participación más amplia en la vida de la Iglesia desde un auténtico respeto a su dignidad.
  • Valorar la presencia y el testimonio de las consagradas y consagrados, para que desde su carisma, busquen vivir más auténticamente el espíritu original de su instituto religioso y se fortalezca su integración en los procesos evangelizadores de las diócesis donde se encuentran.
  • Promover y fortalecer una participación más intensa y fructuosa de los sacramentos en la vida de los fieles, principalmente de la Eucaristía.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA MISIONERA Y EVANGELIZADORA.

Los Obispos que servimos en esta nación mexicana, con firme convicción sabemos que hay que reavivar el fuego del Espíritu que brotó en Pentecostés y que recibimos de Cristo Redentor, para salir a las periferias existenciales y para proclamar que el amor de Dios está vivo y es capaz de transformar esta realidad si le abrimos el corazón. Creemos también que la riqueza del encuentro misionero de la Virgen de Guadalupe con el pueblo mexicano, nos mueve a retomar la forma como Élla, quiso acercarse a nosotros para anunciarnos el mensaje de salvación.

COMPROMISOS PASTORALES:

  • Como una Iglesia en salida, fortalecer la experiencia de la Misión Continental, así como la misión “Ad gentes”, a fin de que podamos hacernos presentes en todas las periferias existenciales y geográficas.
  • Promocionar e impulsar procesos evangelizadores en las comunidades cristianas, que partan de una experiencia kerigmática y generen itinerarios de formación de inspiración catecumenal y permanente, utilizando adecuadamente y con eficacia los medios de comunicación y las redes sociales.
  • Implementar experiencias de acompañamiento y formación permanente para los presbíteros, que propicien la vivencia de un encuentro con Jesucristo Vivo, para que en el contacto continuo con Él, fortalezcan sus esfuerzos de conversión personal y pastoral.
  • Examinar y renovar los procesos y programas de formación en los seminarios de nuestro país que ayuden a formar pastores según el corazón de Dios en esta nueva época, con una óptica misionera.
  • Conocer y asumir en nuestros procesos pastorales, la conversión pastoral, la sinodalidad y la riqueza del Método Guadalupano de evangelización.
  • Fortalecer, a través de las Comisiones y Dimensiones de la CEM, los equipos de trabajo y los procesos de renovación de los planes de pastoral de las Provincias, así como de sus estructuras, con un sentido de comunión y participación eclesial.
  • Promover en todas las comunidades una vida más profunda de oración y el impulso a la práctica de la “lectio divina”.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA COMPASIVA Y TESTIGO DE LA REDENCIÓN.

Hoy la Iglesia redimida está llamada a vivir con un sentido nuevo las Bienaventuranzas, a sacar todo su caudal humanístico y ponerlo al servicio de la sociedad. Hemos señalado que el Acontecimiento Redentor de Cristo no fue sólo su muerte en cruz y su gloriosa Resurrección, sino que todas sus enseñanzas y sus signos llenos de ternura y misericordia son redentores. Por ello, la comunidad cristiana está llamada a dar testimonio de este Acontecimiento Redentor, a ser una Iglesia Samaritana que descubra, recoja, sane y acompañe a los tirados en el camino.

COMPROMISOS PASTORALES:

  • Realizar con efectividad y creatividad, en los diferentes ámbitos eclesiales, el compromiso de hacer una Iglesia pobre para los pobres (EG 198).
  • Implementar y hacer crecer centros de escucha y atención a víctimas.
  • Identificar y acompañar a los grupos vulnerables de nuestra sociedad: migrantes, mujeres violentadas, indigentes, damnificados por los constantes desastres de la naturaleza, jóvenes en situaciones de riesgo, enfermos y presos, entre otros.
  • Crear centros de apoyo para el desarrollo integral de las personas, impulsando de manera especial, la promoción económica para el trabajo comunitario y solidario.
  • Crear o fortalecer los grupos de Cáritas.

OPCIÓN POR UNA IGLESIA QUE COMPARTE CON LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES, LA TAREA DE HACER UN PAÍS LLENO DE ESPERANZA, ALEGRÍA Y VIDA PLENA.

Los Obispos reconocemos que en los adolescentes y jóvenes, nuestro país y la Iglesia de México, tienen una gran riqueza y una gran esperanza. Valoramos la importancia de su presencia y la fuerza de su entusiasmo en estos momentos históricos de la humanidad y de nuestro país. Queremos expresar nuestro compromiso con cercanía, confianza y diálogo mutuo, para reconocerlos como protagonistas de una transformación social y sujetos de una nueva etapa en la evangelización en nuestras comunidades juveniles, desde un proyecto de vida, orientado hacia su propia santidad. Sabemos que muchos jóvenes de México expresan su respeto por los valores evangélicos y un gran deseo de conocer más profundamente a Cristo; que aprecian el acompañamiento cercano de sus pastores y que participan con alegría y un gran entusiasmo, pidiendo ser tomados en cuenta con responsabilidades dentro de la Iglesia.

COMPROMISOS PASTORALES:

  • Promover iniciativas de educación y desarrollo humano integral de los adolescentes y jóvenes en nuestras parroquias, en espacios donde se sientan atendidos y acompañados, con el esfuerzo y la participación de los mismos jóvenes y de las familias.
  • Instrumentar iniciativas pastorales para acercarnos a los adolescentes y jóvenes en sus diversas realidades y ambientes: campesino, indígena, estudiantil, obrero, migrante, urbano y como jóvenes adultos, con una disposición a la escucha y al diálogo, ayudando a fortalecer su proyecto de vida.
  • Acompañar y promover encuentros con Jesucristo Vivo, desde un proyecto de pastoral de adolescentes y jóvenes con sentido kerigmático, acorde a los lenguajes, signos y ritmos de nuestro tiempo, que desemboque en una cultura vocacional.
  • Favorecer iniciativas de evangelización y trabajo misionero de los jóvenes hacia los mismos jóvenes, utilizando las nuevas tecnologías y su original creatividad para generar redes en el anuncio del Evangelio y descubrir el sentido de su vida y su misión en la sociedad y la Iglesia.
  • Realizar proyectos pastorales encaminados a acompañar y ayudar a los jóvenes en riesgo de: violencia, narcotráfico, prostitución, trata de personas, etc., con ambientes más sanos que les ayude a desarrollar su espíritu juvenil.